Si te dan a elegir un color, no digas rosa

El no-compañero Ratzinger, vilipendiado en las encuestas de este Comando, ha decidido en las últimas horas, sugerir un test psicológico a los seminaristas para evitar la homosexualidad. El Papa Benedicto XVI afirmó en un documento que la detección temprana de estas tendencias "en ocasiones patológicas, ayudaría a evitar experiencias trágicas". A su vez, agregó que "no basta que un candidato fuera capaz de abstenerse de tener actividad sexual, sino también es preciso evaluar su orientación sexual".


Por nuestra parte, queremos reivindicar la figura del señor que está sentadito en esa foto: el cardenal inglés John Henry Newman, un cardenal que vivía con un otro hombre y que es el símbolo de los activistas gays británicos. El sí-compañero cardenal Newman, vivía con un hombre, con el que pidió ser enterrado, si me disculpan, y del cual manifestó, allá por 1875, que "lo había amado con un amor tan fuerte como el de un hombre por una mujer". El cardenal Newman se ha transformado en el santo patrono de los gays británicos, y han salido en su defensa a ser enterrado donde más le guste, sin doble sentido, ya que Ratzinger ordenó remover la tumba para agilizar la beatificación del prelado.

El Comando Anticlerical Ginés González García no puede terminar el siguiente comunicado sin antes hacer referencia a una pieza de alto valor humorístico vertido en la revista Cabildo, heredera y competidora de la revista Barcelona:

(...)se esfumaba septiembre, y un episodio en sí mismo menor resultó emblema y epítome de la degradación alcanzada por la gestión de Cristina. Sucedió que dos putos promovieron ad nauseam su conyugalidad contranatura, contando para consumarla con el apoyo insensato y festivo de los medios masivos, y hasta con los oficios de un patético marica, que parodiando investidura y símbolos de la liturgia católica, simuló bendecir religiosamente a los descarados protervos. El hecho, repetimos, no hubiera sobrepasado los lindes del lupanar, si el Estado Argentino no hubiera tenido activa y principal participación en la apología del vicio nefando. La señora Kirchner hizo llegar su obsequio y su felicitación a los degenerados, y hasta se dispuso que la presidenta de un organismo oficial, como es el Inadi, oficiara de madrina en la ceremonia sacrílega que fue trasmitida con sones de victoria. Era, por cierto, la trágica victoria de la contranatura, asociada a la plenitud de la democracia, que es, en política, la encarnación misma de la antinaturaleza.

Soportar entero.

Desde el Comando, exigimos el instantáneo nombramiento de Roberto Piazza como obispo castrense en reemplazo de Basseoto y al que no le gusta se jode, se jode. Porque la verdadera contranatura es la existencia de la Iglesia Católica.