miércoles, 25 de marzo de 2009

Doble sentido

El gobierno le pide a la Iglesia “revisar el comportamiento de sus miembros”


(No, no vamos a explicar nada. Solamente nos hizo gracia. Ojalá Aníbal lo haya dicho con doble sentido, porque sería un humor negrísimo, al borde del mal gusto. Una chicana Barcelonesca. Pero que no dejaría de ser verdad).

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero si está clarito!
Los miembros traviesos de Grassi, de algún obispo y de tantos curas norteamericanos, le han causado cada disgusto al Vaticano!
Por eso Aníbal los aconseja para bien: que cuiden sus miembros y tengan cuidado como los hacen comportar...
La otra es segregar o seccionar (ay) a los miembros que no se comportan como deben, ji ji

Anónimo dijo...

Y ademas le mando: "No nos ayuden mas" jajaja

Ester Lina dijo...

Está claro que se refiere al cura que participó en política porque estuvo en la marcha por la seguridad.
Pero, decime si alguna vez la iglesia condenó a Quarracino que consideraba que una cierta violencia es necesaria para una verdadera revolución social.
¿Y ahora tenemos que escucharlos decir que el conflicto actual amenaza la Paz?
Hipócritas!!! Por eso cada vez más se les merma el negocio de fieles.
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Jajajajajaja! Si encima la de "no nos ayuden más" fue buenisima!!!
Aníbal siempre fiel a su estilo, un groso.

Silvina dijo...

Geniaall!!!

Horacio dijo...

jajaja qué grande el aníbal

seguro que fue a propósito!!!

Anónimo dijo...

Simple cuestión de poder: el pedófilo de Psicología-UBA libre y Grassi, que es inocente, aún encausado. Pero coincidimos: Jesús mismo dijo que a quien escandalizara a un niño más le valiera atarse al cuello una piedra de molino y echarse al pótamos (agua).

Anónimo dijo...

El cura que participó en política porque estuvo en la marcha por la seguridad (Marcó) es rechazado por los católicos de convicciones serias. Sería como el chofer de Kirchner al que Nestor le hizo saber que ësa quinta de palo verde que se compró "no era para él". Ni el chofer representa al gobierno, ni ese sacerdote a los católicos.

Como dice Gómez Dávila, "El tiempo suele vengar al cristianismo de la acerbidad de los apóstatas, pues todos terminan profesando regocijantes pendejadas" .

Anónimo dijo...

Mirá "Extrañando", te digo a vos y a Góme Dávila que no corten ancho y no hablen desde sus presunciones. Soy apóstata expreso (lo hice por escrito hace años ante el obispo local) y no ando profesando "regocijantes pendejadas".
Por el contrario, veo permanentemente creencias en "regocijantes pendejadas" por parte de todos aquellos que renunciaron al pensamiento racional para adherir al pensamiento mágico.

Anónimo dijo...

Hola, Pampeano, con un saludo para tu señora te comento sobre lo que decís, "y no ando profesando 'regocijantes pendejadas'."



ESCANDALO DESATADO POR NUEVAS DECLARACIONES DEL PAPA
----.
NUEVO ESCANDALO DESATADO POR DECLARACIONES DEL PAPA

A su regreso a Roma durante una hermosa tarde soleada, el Papa habría dicho a una periodista: « Hoy hace un buen día! ».



Tales palabras han levantado inmediatamente en el mundo entero una inmensa emoción y han alimentado una polémica que no cesa de aumentar. Se sugiere como solución de la crisis, POR TODAS PARTES, modernizar la estructura jerárquica de la Iglesia (obsoleta ya que viene desde su fundación) para que sean los Parlamentos episcopales quienes tengan la decisión última de lo que pueda ser decidido y/o expresado por el Papa.

He aquí algunas de las reacciones registradas por la media mundial:

El alcalde de Burdeos:

"En el mismo momento en que el Papa pronunciaba estas palabras, llovía a cántaros en Burdeos!. Esta contra-verdad, cercana al negacionismo, demuestra que el Papa vive en un estado de autismo total. Lo cual arruina aún más, por si fuera necesario, el dogma de la infalibilidad pontificia! Este Papa se vuelve un problema"

.
El gran Rabino de Francia: "Como puede alguien pretender que aún pueda hacer buen tiempo después del holocausto".

El Titular de la cátedra de astronomía del Colegio de Francia: "Al afirmar sin matices ni pruebas objetivas que hoy hace buen tiempo, el Papa testimonia una vez más el desprecio bien conocido de la Iglesia por la Ciencia, que combate sus dogmas desde siempre. ¿Puede existir algo más subjetivo y más relativo que ésta noción de "buen tiempo"? ¿Sobre qué experimentos indiscutibles se apoya? Los meteorólogos y los especialistas de la cuestión no han llegado a ponerse de acuerdo en el ultimo Coloquio Internacional de Caracas. Y ahora Benedicto XVI pretende zanjar la cuestión ex cátedra. ¡Qué arrogancia! ¿Acaso veremos pronto encenderse las hogueras para todos los que no admitan sin reserva éste nuevo decreto?".

La Asociación de Victimas del Cambio climático: "¿Cómo no ver en ésta provocadora declaración un insulto hacia todas las víctimas pasadas, presentes y futuras de los caprichos del clima: inundaciones, tsunamis, sequías? Esta aceptación del "tiempo que hace" muestra claramente la complicidad de la Iglesia con los fenómenos destructores de la humanidad, lo cual no puede más que alentar a todos aquellos que contribuyen al recalentamiento del planeta, quienes podrán de ahora en adelante prevalerse del aval del Vaticano".

El Consejo representativo de las Asociaciones Negras: "El Papa parece olvidar que cuando en Roma luce el sol, toda una parte del planeta permanece sumergida en la oscuridad. ¡He aquí un signo intolerable de su desprecio hacia la mitad negra de la humanidad!".

La Asociación feminista Las Lobas: "¿Porqué dice el Papa que hoy está bueno (el tiempo -en masculino-) y no que hoy está buena (la temperatura)? Una vez más el Papa muestra su apego a los principios más retrógrados (que ya habían sido superados por la posmodernidad y arremete contra la legitima causa de las mujeres. Da pena ver que en pleno 2009 mantenga tal posición discriminadora impidiéndoles, además, acceder al sacerdocio! Estamos ante un pecado contra la humanidad"

La Liga de los derechos del Hombre: "Este tipo de declaraciones sólo sirven para ofender profundamente a todas las personas que contemplan la realidad con una mirada distinta a la del Papa. En particular pensamos en las personas hospitalizadas, en los prisioneros cuyo horizonte se limita a cuatro paredes, y también en todas las víctimas de enfermedades raras los cuales no pueden percibir con sus sentidos el estado de la situación atmosférica. En tales declaraciones existe sin duda una voluntad de discriminación entre el "buen tiempo", tal que debería ser percibido por todos, y todos aquellos que perciben las cosas de otra manera. Nuestra asociación piensa denunciar sin tardanza al Papa ante la justicia".

En Roma algunos miembros de la Curia intentan atenuar las declaraciones del Papa, alegando su avanzada edad y también el hecho de que posiblemente sus palabras no hayan sido bien comprendidas. Pero ciertamente el tiempo está bueno para algunas cosas y no para otras según declararon, "en apoyo" al Papa, las conferencias de los Obispos que sin embargo declaran que no fueron consultadas previamente para que el Papa pudiera expresarse correctamente sobre este tema y otros más; "se ve, dice una declaración de un alto Dicasterio para la unión de Meteorólogos, que el responsable de la mala comunicación con los obispos fue el Cardenal Presidente de la Comisión Pontificia para el Clima, quien asesoró mal al Papa que no consultó con otras oficinas de la Curia y lo hizo decir lo que no debía decir." Pero hasta el momento presente dichas tentativas no están teniendo éxito y las protestas crecen en la prensa del mundo mundano -laico- de todo el mundo que está alarmado ante la posibilidad de que se siga diciendo, como se decía dogmáticamente en todos los siglos pasados, que el sol sale por oriente coartando, de manera oscurantista, la libertad dada los que sufren sus rigores en la piel, y que están convencidos que deben al fin cambiar y evolucionar los fenómenos metereológicos y no pretender que el sol se comporta como creían los filósofos de la Edad Media y sus Concilios Dogmáticos.

Anónimo dijo...

¿"Regocijantes pendejadas"? Mirá este partido de fútbol entre filósofos-teólogos católicos:

http://de.gloria.tv/?media=23810

Anónimo dijo...

Hay choferes y choferes,chofer como montoto no habra ninguno igual,no habra ninguno...

PANORAMA CATOLICO INTERNACIONA dijo...

Agradezco a los compañeros anticlericales por la importante ayuda que prestan para tener una iglesia mejor. Lo que siguen son reflexiones en el sector tradicional de la iglesia con el mismo fin. Otro día habremos de comentar cómo nos afecta el enemigo que compartimos, el capitalismo global.
*************

Apuntes de sociología eclesiástica.:
Clericales y Anticlericales

---------
Sinopsis: Clericalismo y anticlericalismo son dos caras de una misma moneda. Por un lado, dos términos de un mismo juego dialéctico. Por otro, dos actitudes frente a una realidad, las cuales no dejan de confundirse muchas veces.

Después de algunas cavilaciones sociológicas hemos desarrollado un esquema provisorio para plantear grosso modo el tema, y proveer al esclarecimiento de nuestros fieles lectores... o a su definitiva confusión. Dios dirá; o, lo que es más importante aún que el juicio divino, el párroco de la vuelta dirá.
-----------

Escribe el Editor y Responsable

Apuntes de sociología eclesiástica.

Muchos creen que el clericalismo es una virtud. Consistiría en preguntar al cura respecto a todo lo que deben hacer o no hacer, y, lo que es peor aun, después de preguntarle tan descomedidamente, hacerle caso.

Como contrapartida, el anticlericalismo sería un vicio de los infieles, apóstatas, ateístas, agnósticos... y, hoy en día, de los "religiosamente incorrectos".

Los términos "virtud" y "vicio" son intercambiables aquí, (subjetivamente hablando) según quién aprecie la situación. Vista por un ateísta, lo "virtuoso" sería el anticlericalismo. Negarse a aceptar cualquier palabra que sale de la boca de un miembro del clero denota -en su modo de ver las cosas- libertad intelectual y moral... Aunque visto por los ojos de muchos católicos, el primer ejemplo tampoco es un acto de virtud. Para ellos la palabra misma -"clericalismo"- denomina un vicio. Todo buen católico, sostienen, debe tener una cierta dosis de anticlericalismo. La expresión es atractiva pero riesgosa, porque si se entiende al clericalismo como vicio habría que combatirlo sin matices. Y si es virtud, sería obligatorio defenderlo sin reservas.

Pero estamos en el campo de las virtudes morales que se alcanzan mediante un sano equilibrio entre defecto y exceso. Y, además, en medio de una formidable guerra semántica, donde el objetivo es confundir con las palabras, vaciándolas de significado o imponiéndoles significados ideológicos. Esta aproximación al tema no va a ser fácil....

Por cierto que la expresión una cierta dosis de anticlericalismo puede ser una chuceada con ánimo jocoso, una ironía muchas veces merecida por los clericales impenitentes, un modo de advertir contra ciertos peligros... O el producto del igualmente riesgoso ánimo de escandalizar a la burguesía clerical y periclerical, escándalo del que puede salir tanto un pato como una gallareta, como dice el criollo.

Como se ve, clericalismo y anticlericalismo son dos caras de una misma moneda. Por un lado, dos términos de un mismo juego dialéctico. Por otro, dos actitudes frente a una realidad, las cuales no dejan de confundirse muchas veces.

Después de algunas cavilaciones sociológicas hemos desarrollado un esquema provisorio para plantear grosso modo el tema, y proveer al esclarecimiento de nuestros fieles lectores... o a su definitiva confusión. Dios dirá, o lo que es más importante aún que el juicio divino, el párroco de la vuelta dirá.

Para una mayor comprensión hemos hecho una clasificación taxonómica que reconocemos ciertamente precaria. Según ella, el clericalismo (y su contraparte, el anticlericalismo) se dividen en

a) Clericalismo clerical

b) Clericalismo Laico.

El anticlericalismo es pasible de la misma división.

a) El clericalismo clerical parte del supuesto siguiente: la condición de miembro del clero hace al portador intrínsecamente más sabio que el no clérigo, en todos los órdenes de la vida, no solo los temas propios de la clerecía, sino también en las ciencias humanas, especulativas y fisicomatemáticas… en la moda, en el gusto, en la profundidad de los escotes… en los asuntos humanos contingentes como, a saber, si los ñoquis están a punto o qué deben opinar los fieles sobre la intervención norteamericana en Afganistán. Desconoce la expresión "no lo se". Peor aún, desconoce la expresión "no tengo porqué opinar". Jamás admite que un laico pueda saber más que un cura sobre un tema profano, y a fortiori sobre uno eclesiástico. No importa si el laico es una eminencia y el cura un zoquete.

Una subdistinción adicional sería la siguiente:

a.1) El clérigo que se cree capaz de todas estas destrezas antes descriptas es el cura pedante bolacero. La gente en general le tiene antipatía y miedo porque ante la menor objeción le tirará encima el caballo de su saber y amenazará su alma con los castigos que considere prudente traer a cuento para someter al relapso. Deviene habitualmente en cura gurú.

a.2) El que se siente en la obligación de ser capaz de las antedichas destrezas, pero en consciencia sabe que no lo es. Este ejercicio clerical produce la segunda subespecie. Estando -en su fuero íntimo- convencido de que como cura debe definir sobre todos los temas, saca de la galera respuestas para cada ocasión, no importa lo absurdas que sean, dejando en los fieles muchas veces la impresión de que es un poco lelo. Lo definiríamos como el bolacero escrupuloso.

a.3) El clérigo que practica el laise passer en tanto y en cuanto no se vean afectados su bien ganadas canonjías. Todo es opinable, menos lo que cuestiona su estatus parroquial y le meta barullo en su vida cotidiana. Ni para el bien ni para el mal. Tiene más celo en defender su estipendio que la moral pública o las almas de sus fieles. Lo definiríamos como el bolacero burgués.

El pedante bolacero tiende al guruísmo. El mundo, para él, se divide entre los discípulos que lo veneran y los otros, que son unos imbéciles.

El bolacero escrupuloso con frecuencia es tomado para el churrete por los fieles. Suele ser un hombre frustrado, amargado y hasta resentido. Y si llega a un cargo de poder... Dios nos ampare. Porque el poder suplirá toda su ausencia de saber y su autoridad atropellará las razones más claras y distintas.

El bolacero burgués aspira a llegar un poco más arriba en una carrera acolchonada y sin demasiado sobresaltos. "Déjenme hacer mi vida" sería su divisa episcopal, si a obispo llegara. Habitualmente sonriente, no dudará en crucificar al que le perturbe la placidez de su rutina de funcionario.

b) El clerical laico cree lo mismo que el clerical clerical, solo que su rol en esta interacción social es el del que se somete a todos los mandatos y dictámenes del clerical clerical, en cualquiera de la variantes anteriormente distinguidas. El clericalismo del laico clerical se manifiesta también en una suerte de superioridad sobre los otros laicos que le viene por irradiación, dado que vive pegado al cura que la emana. El se atribuye también, implícita o explícitamente, una preeminencia, por carácter traslaticio, sobre el resto de la feligresía. El clerical laico suele ser aprovechado por el clerical clerical y no pocas veces (no es excluyente en absoluto) aprovecharse él mismo del cura. Conforman una simbiosis enfermiza por la cual ambos se necesitan, se parasitan y se degradan.

Eso sí, tanto curas como laicos clericales, a una, son rigurosos verdugos del prójimo.

c) Anticlericales

Entendemos aquí por anticlerical a la persona que rechaza la superioridad del clero sobre el laicado, per se o secundum quid. Es decir,

c1) Anticlericales a priori, que afirman del clérigo, por el hecho de serlo, que está irremisiblemente degradado.

c2) Anticlericales a posteriori, quienes por reacción a los vicios del clericalismo se vuelven anticlericales, sin mayores distinciones, normalmente después de haber sido furibundos clericales.

El anticlerical c1) suele tener un prejuicio heredado (Anticlerical que desprecia al clero). Y el anticlerical c2) un juicio crítico sobre algunos casos del clero, de los cuales universalizó las conclusiones, sin mayor método o con criterio deficiente (Anticlerical que amó al clero y ahora lo desprecia).

Convengamos que, a veces, el anticlericalismo, sobre todo en gente con ciertas luces, es una buena excusa para la pereza espiritual. Si los curas son así... entonces yo no estoy obligado a nada, razonan apoltronadamente.

En otros casos, los de las personas simples, es injusto pedirles distinciones. Se guían por lo que ven con ojos miopes y almas desnudas de fortaleza… por lo que aparenta ser, sin ir más allá del plano de una cámara de TV. De aquí que la maledicencia sobre el clero, o el jucio temerario, o la simple exposición innecesaria de sus defectos provoque daños irreparables en la fe de los simples... y de los no tan simples.

El anticlerical puede ser, también, clerical o laico. Los criterios anteriormente expuestos valen también para este caso.

c.1.1) Es el anticlerical que desprecia al clero y lo considera una casta opresora. Convengamos que este anticlerical puede ser parte del clero, inclusive gozar de las prebendas del status clerical, y a la vez tener un profundo resentimiento, incluso hasta buscar la destrucción de estamento al que pertenece. Encontramos entre los anticlericales que desprecian al clero, tanto a miembros del clero como a los laicos. (En este segundo caso, prebendarios de aquellos).

c.1.2) El anticlerical que amó al clero. No admite que el clero se tome atribuciones que no le corresponden (o que él considera que no le corresponden). Muchas veces reacciona como si fuese un anticlerical que odia al clero, aunque no albergue tales sentimientos en su corazón. Cuando los clericales (clericales o laicos) perpetran actos de clericalismo, es decir, de abuso de su condición de miembros del clero o de protegidos, para obtener provecho propio, honores, beneficios... el anticlerical que amó al clero se indigna y a veces profiere palabras parecidas a las de los enemigos del clero, pero por reacción frente a la ausencia de santidad en el estado clerical. Pero carecen ellos mismos de esa santidad que reclaman, y por lo tanto no pueden hacer un juicio equilibrado. Encontramos también entre los anticlericales que amaron al clero, tanto a miembros del clero como a laicos.

d ) Mas no contentos (mas vale resignados) con lo enredado de este ensayo, nos vemos inclinados a introducir un nuevo elemento de distinción. Esto es, las distintas corrientes en las que se divide el clero en la actualidad: progresistas, conservadores y tradicionalistas.

d.1) Clericales

d.1.1) Un clerical progresista nos infundirá mala doctrina, mala liturgia, malos o nulos sacramentos. Pecarà… principalmente contra la Fe.

d.1.2) Un clerical conservador nos dirá que la Iglesia solo se salva por medio de las concesiones al poder, la política, y los enjuagues. Tendrá horror al non possumus, siendo su lema semper possumus si tenemos un contacto que tocar o un favor que cobrar. Cree más en las influencias que en la gracia. Peca principalmente contra la Esperanza.

d.1.3) Un clerical tradicionalista nos dirá que no hay nadie digno del nombre de católico más allá de los muros de su capilla, sin dejar de echar un ojo suspicaz sobre algunos de adentro de su capilla por las dudas. Peca principalmente contra la Caridad.

d.2) Anticlericales

d.2.1) Un anticlerical progresista, terminará asociado a quienes aspiran a acabar con la Iglesia, obrando inclusive contra él mismo. Será un traidor idiota útil, sin fe y sin obras.

d.2.2) Un anticlerical conservador considerará estar batiéndose dentro de un nido de serpientes, pero no cederá a la tentación de enfrentarlas, entregando lo que sea para que le dejen el nicho que supo conseguir, o le den otro mejor, por buenas o cuestionables artes, reservándose siempre el non possumus para una batalla posterior que posiblemente nunca dará. Será un hombre con la fe de la Iglesia pero sin las obras de la Iglesia.

d.2.3) Un anticlerical tradicionalista tendrá en su faltriquera una doctrina segura e innumerables argumentos para demostrar el horror de la corruptio optimi que afecta a la Iglesia en su cuerpo jerárquico y en su feligresía. Pero ninguna propuesta para iniciar su reconstrucción. Un campeón cuyo lema de batalla sea "Todo está perdido". Tendrá la fe y las obras de la Iglesia, pero retaceadas, reservadas a su pequeño rebaño.

A nuestro modesto entender, un católico íntegro, clérigo o laico, para alcanzar escapar a esta dialéctica, debería tener:

a) Fe profunda, para no renunciar a la verdad de la doctrina y de las tradiciones sagradas, por duras y extemporáneas que parezcan al mundo moderno…

b) Esperanza inextinguible, para aceptar con entereza la miserias del cuerpo eclesiástico sin apelar meramente a consuelos humanos, fundándose en las promesas divinas.

c) Caridad inconmensurable, para inmolarse por todas y a cada una de las almas, no solo las de su pequeño redil, en público y en privado, oportuna e importunamente (principalmente cuando esa importunidad cae sobre sí y no sobre los demás) quemándose como una antorcha que porta la luz, sin creerse él mismo la luz.

Esto nos daría un santo clero y en consecuencia una santa feligresía.

Y nos eximiría de la necesidad de estar escribiendo inútiles consideraciones sobre clericales y anticlericales...

Marcelo González, editor y responsable,
PANORAMA CATOLICO INTERNACIONAL

Tony dijo...

Me gusta ese escrito y se ve que sos de ir al frente. Te doy la bienvenida al encuentro porque así me gustan los enemigos, o no tan enemigos, por ahí.

Tony dijo...

Para vos, Cruzamante, una pregunta. ¿Como es eso, de "que a quien escandalizara a un niño más le valiera atarse al cuello una piedra de molino y echarse al pótamos (agua)" lo dijo Jesús?

¿Qué querés decir, ahora que pasaron dos o tres años? ¿No fue un invento de Baseotto contra nuestro líder Ginés?

Aclará por favor.
Un saludo,
Tony

CRUZAMANTE dijo...

En efecto, Tony, no son palabras de Baseotto. Es una expresión conocidísima entre católicos, que no creo que tampoco alguno sin formación cristiana haya dejado de oir. Cuenta el Evangelio que Jesús dijo:

"Y el que recibe a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. Pero al que escandalice" [saque de su inocencia, quiere decir] "a uno de estos niños que creen en mí, antes bien le hubiera valido que le colgasen al cuello una de esas piedras de molino que los asnos mueven y le hundan en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los escándalos!". (Mt. 18, 5-7)

¿Estás de acuerdo en que la erotización global no pretende difundir el goce sino promover la dominación global? Baseotto reprochó a Ginés esa confusión. A ningún católico (a un nazi sí, pero los nazis son paganos y adversarios del catolicismo) se le hubiera ocurrido asociarlo con el apoyo liberal (Martínez de Hoz) que el Proceso necesitó para vencer militarmente aquí a una subversión instrumental para los mismos liberales, cuando esto aún no era visible para muchos políticos. (No olvides los infiltrados de la CIA, los Marcuses, la falta de apoyo de Castro al Che en Bolivia, y muchos más. Para promover el mercado global, el "Gran Ajedrez" necesitaba que la militancia socialista disolviera los valores cristianos, como ahora está a la vista). No tienen nada que ver una cosa con la otra, el conocido dicho de Jesús indignado ante la erotización espuria y la historia argentina que hoy leemos inserta en un bien planeado proceso de desarrollo del capitalismo internacional.

Espero haberte aclarado algo; gracias por la bienvenida.