miércoles, 3 de diciembre de 2008

¿Y si cortamos el problema de raíz?

Leemos estas dos noticias sobre nuestros amigos clericales:

"El Vaticano es contrario a la propuesta, que presentará en breve Francia ante la ONU, en nombre de los 25 países de la Unión Europea, para despenalizar la homosexualidad en el mundo. El arzobispo Celestino Migliore, representante de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, afirmó ayer desde Nueva York que "una declaración política de ese tipo crearía nuevas e implacables discriminaciones", y, a la vez, "pondría en la picota a los países que no consideran matrimonio las uniones homosexuales". "Si se aprobara", atacó Migliore, "esos países serían presionados".


Y:

"(...) la Santa Sede ha confirmado este martes que tampoco suscribirá la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad por no incluir una prohibición explícita del aborto, según publican los medios italianos."

La ONU, ese bar diplomático enorme, no sirve para un carajo. Ya no servía de antes, para parar una invasión criminal basada en falsedades, pero ahora venimos a enterarnos que, además, tiene un representante de la Santa Sede que, parece, tiene bastante poder de presión.

Así que desde el Comando reiteramos: la única Organización de Naciones Unidas que brilla es la que arde. Tírenla abajo y arranquemos de nuevo. Aguante el Unasur (que esperemos que, salvo Lugo, no meta ningún cura anti-homosexuales y...anti-discapacitados. Sí...anti-discapacitados.)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

«Entre mis conocidos hay parejas homosexuales, hombres muy estimados y sociales. Nunca nadie me pidió, ni jamás se me habría ocurrido, condenarlos», asegura a sus 81 años Carlo Maria Martini, un jesuita famoso por sus posiciones de apertura en cuestiones como el control de natalidad, en Conversaciones nocturnas en Jerusalén, un libro recientemente publicado en Alemania que recoge una larga conversación de este cardenal con otro miembro de la Compañía de Jesús, el padre Georg Sporschill.

Pero es en Aggiornamenti Sociali, la revista mensual jesuita que dirige Bartolomeo Sorge, donde los sucesores de Ignacio de Loyola van más lejos, calificando de «decisión justificable» el reconocimiento jurídico de los vínculos que pueden existir en una pareja homosexual. Nada menos que 20 páginas dedica esta publicación a analizar la cuestión desde el punto de vista doctrinal, jurídico, psicológico, histórico y social. Y la conclusión final es que el reconocimiento legal de las parejas heterosexuales y homosexuales debe llevarse a cabo en nombre del bien común.Porque, como tal y como argumenta la mencionada revista, ocuparse de manera estable de otra persona supone una contribución al propio bien de la colectividad. Además, Aggiornamenti sociali desecha por considerarlas infundadas las objeciones de quienes aseguran que el reconocimiento de las parejas de hecho podría suponer un deterioro para el matrimonio tradicional. «Parece difícil», dictamina la publicación, que el reconocimiento de «algunos derechos basados en una convivencia continua y en una relación afectiva» puedan llevar a una desvaloración de la familia tradicional o a una revolución social.

Horacio dijo...

uh no había pensado en eso

hay un cura presidente ahora

igual no parece jodido... qué sé yo, habrá que ver

Anónimo dijo...

SI!

Aguante Unasur!

:)

Nati Alabel dijo...

En 4to año fui una de las representantes de la escuela en uno de los Modelos de Naciones Unidas que suelen realizarse para secundarias.
Antes de eso, como era joven e inocente, creía que la ONU era un organismo lleno de gente valiente y desinteresada.
Después del modelo, seguí siendo joven, mas no inocente...

Anónimo dijo...

un asco como siempre todo lo que dicen estos curas rodeados de lujo y que miran al mundo a traves de un vidrio blindado y polarizado.
Habria que construir una nueva Onu y rajar a todos del Vaticano

Anónimo dijo...

Che, pero todo bien con Lugo, tiene fotos con la terrorista de Hebe, lo vi en La Nazión :P

Compañero Ginés González García dijo...

No, se entendió mal, está todo piola con Lugo.

Por eso dijimos que salvo él, después no queremos más curas.

Horacio dijo...

ah bueno, así posí :P