En Enero de este año el Comando difundió la iniciativa para
apostatar masivamente y que la santa e inquisidora iglesia católica no nos cuente más como militantes de su causa. La iniciativa prendió y
más de mil personas apostataron, lo cual no le cayó bien a la santa iglesia. Pero se ve que en algunos ámbitos religiosos -léase la Universidad del Salvador- hablar de apostasía es un pecado, como
le pasó a la Licenciada Paola Raffetta, profesora de chino mandarín, arte oriental y cultura persa. En la universidad católica del Salvador no cayeron muy bien las declaraciones de Raffetta al diario Crítica en las que
decía que
“La Iglesia, en nombre de todas las personas bautizadas, se opone al aborto, obstaculiza la educación sexual, se opone al uso de profilácticos atentando contra la salud sexual”. Por estos motivos, decía, “no queremos que sigan haciendo cosas en nuestro nombre”.
Cuantas patrañas juntas. Eso es herejía lisa y llana. Además es antiinstitucional ya que en el artículo 39 del estatuto que la institución fija a sus docentes dice claramente: “No difundir ni adherir a concepciones que se opongan a la doctrina católica”. Es decir, en esta universidad, si hubiera conflicto de visiones (por ejemplo entre los que dicen que los preservativos evitan enfermedades y los que dicen que al contrario, que ayudan a esparcir la enfermedad) la academia debe inclinarse a la explicación más racional: esto es, la que dios expresa a través del santo Papa.
El Comando expresa su más absoluto repudio a la Iglesia -Universidad- del Salvador y propone el combate directo y sin cuartel, llamando a las células infiltradas en dicha universidad a tener relaciones con preservativo en los baños y dejarlos en lugares estratégicos junto a mensajes de apoyo a la profesora.